Tradicionalmente, en sociedad, se suele asociar lo inteligente a lo intelectual, y lo artístico a lo genial. En pocos campos como en el nuestro, la percusión, lo racional y lo emocional convergen de forma tan profunda. “¿Cómo es posible que algunos baterías, tocando de oído, lleguen a ejecutar patrones tan complicados?” “¿Cómo es posible que alguien, teniendo tanta técnica, mantenga un sentimiento tan profundo cuando ejecuta cosas sencillas?”
Son preguntas que saltan en mi mente a menudo, cuando trato de expresar y discernir lo que escucho en muchas ocasiones. “Es genialidad, es talento.” Esta es la primera y más obvia explicación que suelo darme, no obstante, por suerte o por desgracia, la inquietud nunca me ha dejado tranquilo al respecto.

Ilustración: Stephan Schmitz
Al trabajar, en terapia, con gente de todas las edades, la necesidad de recopilar información que me ayudara entender la naturaleza de las personas me llevó, hace un tiempo, a contactar con el trabajo del psicólogo Howard Gardner y su teoría de “Las Inteligencias Múltiples.”
Esta teoría expone que las personas no tenemos un sólo tipo de inteligencia, sino que en realidad existen nada menos que nueve….Nueve!!! Y no sólo eso, que éstas no trabajan de forma individual, sino que se relacionan y fluctúan de forma diferente en cada persona.
Según Gardner, las nueve inteligencias son :
1 Intrapersonal: nos sirve para comprender cómo funcionan emociones e ideas de las personas que nos rodean.
2 Interpersonal: nos sirve para gestionar nuestras propias emociones e ideas.
3 Naturalista: La relacionada con nuestro entorno natural ,la ecología, la botánica….
4 Lógica: La relacionada con números y matemáticas.
5 Lingüística: La relacionada con la expresión hablada y escrita
6 Corporal: La que comprende las habilidades físicas…deportes ,actividades…
7 Musical: ¿Os suena?
8 Visual/Espacial: La relacionada con las artes plásticas (pintar, dibujar, diseñar….) y con la compresión del espacio, el sentido de la orientación….
9 Existencial: La relacionada con lo espiritual y los grandes asuntos de la vida para los que no solemos hallar respuesta de otro modo.
Aplicando esta teoría sobre mí mismo,descubrí que en algunas me siento tener más afinidad y habilidad que en otras.
En un principio podríamos pensar que,para ser buen batería,hay que tener una buena inteligencia musical,pero….
Qué ocurre cuando quieres tocar algo que está en tu mente,casi a punto de aparecer,pero no te sale? Cuando tienes esa sensación de necesitar tocar algo pero hay una parte que no acaba de funcionar? Para mí, la sensación es la de ver la cara de alguien que sé que conozco pero que, por algún motivo, no puedo identificar…
“Es como si tu mente supiera más música que tu cuerpo, ¿verdad? Un amigo me dijo esta frase hace años, y creo que no se puede describir mejor.
Pongamos un ejemplo práctico:
Estoy estudiando un patrón de un músico determinado que sé reconocer de oído, pero que, por alguna razón, no puedo ejecutar.
Cuando, antes de conocer la teoría de Gardner, me pasaba algo así, sólo me podía dar dos explicaciones: “O te falta nivel, o te falta talento” Como podéis comprobar, siempre he sido un experto en tratarme bien.
Bien, ahora planteemos la incógnita desde la teoría de las inteligencias múltiples.
De entre mis 9 inteligencias, sé que la musical está más desarrollada que la física:
Puedo recordar melodías con facilidad, tengo un sentido del tempo decente, afino al cantar, aunque no cante “bien” y me interesa y me conmueve la música por encima de la práctica de deportes que requieren de habilidad física (en el colegio nadie me quería en su equipo de fútbol). Además nunca he sido bueno en matemáticas (inteligencia lógica) con lo cual, escribir música me cuesta mucho más que leerla, y es algo que, aunque he ido desarrollando con el tiempo, prefiero no tener que hacer.
Por azares del destino cuando me encuentro con Pepo Busquets, cuyo método trabaja desde la perspectiva física (una de mis inteligencias menos desarrolladas) ésta me permite equilibrar mi trabajo y empezar a conseguir ejecutar aquello que mi mente ya sabe. Mi inteligencia musical y mi inteligencia física se van equilibrando.
Con ésto no quiero decir que sea capaz de ejecutar cada patrón que imagine,ni mucho menos,sino que entiendo mejor porqué no puedo realizarlo, pero no tanto desde la culpabilidad o la frustración, y sí más desde la auto comprensión.
Aunque me haría falta un libro entero para explicar cómo funciona éste sistema y cómo aplicarlo a la enseñanza y a la práctica de nuestro instrumento (El propio Pepo ya ha comenzado a utilizarlo con resultados óptimos).
Actualmente ya existen precedentes importantes en su aplicación y desarrollo en las escuelas de educación infantil,primaria y secundaria de todo el mundo por varias décadas.
Imagina que no entiendes un problema matemático pero que eres bueno o buena dibujando…. ¿Y si te lo explican mediante ilustraciones?
Imagina que no tienes buena coordinación para el swing pero entiendes las emociones de la gente… ¿Y si investigas la vida de lxs baterías que admiras, su trayectoria y de dónde provienen?
Imagina tus nueve inteligencias, piensa en cuales intervienen en el asunto que te preocupa ,sea un repertorio, un rudimento o la factura de una actuación… quizá así entiendas y aceptes cuando no necesites ayuda para resolverlo.
MARC BORREGO