El pasado 18 de Septiembre recibimos una gran noticia por parte de la organización del Alteisa Drumfest. Ante el asombro de todos los seguidores y dada la complicada situación producida por el COVID19, Juanjo de Alteisa nos confirmó que el festival no sólo no se cancelaba, si no que contaba con un cartel de primer nivel con todo artistas nacionales.
José Bruno, Chus Gancedo, Miguel Lamas, Marc Miralta y el Estepario Siberiano. Todos los seguidores y amantes de la batería, los propios artistas, que luego confesaron en algunas de sus actuaciones y hasta la propia organización, tuvieron serias dudas respecto si al final la situación permitiría llevar a cabo, las buenas intenciones de Alteisa, y con ello ayudar a un sector bastante castigado desde marzo.

Pero pese a todo pronóstico y también gracias al apoyo de las marcas lo consiguieron.Con una gran dosis de esfuerzo y corazón, el Alteisa Drumfest 2020 fué un completo éxito con todas las entradas vendidas, seguido en streaming por más de 13.000 personas y con un 91% de seguidores de fuera de Zamora.
Nada más empezar el festival, Juanjo micro en mano, se acordó de los otros drumfest que no se iban a celebrar en la península este año. Les mandó un mensaje de apoyo y ánimo a Porto Drum Show (Hugo), Portugal Auvisa Drumfest ( Marc), Tam Tam Drumfest (Jose y Victor) y Zaragoza Drum Festival.
Un mensaje que le honra, ya que a priori podríamos pensar que son competencia directa, pero demostró que todos son una gran familia y que en los momentos difíciles, hay que ir de la mano.

El primer artista encargado de arrancar el evento fue Jose Bruno, con su bateria Yamaha Absolute Maple Hybrid.
Con una intervención didáctica en la que nos explicó una filosofía de la batería de “aplomo y groove” basada en la mezcla de la teoría del musicólogo Edgar Willems, que dice que el ritmo tiene tres elementos. El tempo, el compás y la subdivisión, y su forma de relacionarlo con el ser humano que para Jose Bruno, también tiene tres elementos. Teórico, físico y emotivo.
Nos enseñó cómo controlar el groove y la importancia de no ser máquinas automatizadas a la hora de tocar con el metrónomo, como afirmaba, también hay que sentir y “respirar la música”.

Llegó la hora del Vermut, y con él uno de los momentos más esperados del festival, el Estepario Siberiano, gracias a Meinl ibérica. El Estepario hacía su aparición en directo fuera de su zona de confort habitual de Youtube, Twich o Instagram.
Había mucha expectación por verle en directo ya que no hacía mucho tiempo, había recibido algunos comentarios en redes, que criticaban su poco gusto a la hora de tocar o afirmaciones infundadas de que sus videos estan acelerados.
Fue su momento para sentenciar, de la mejor forma que se puede hacer. Tocando. Pero no sólo aportó un repertorio de canciones sorprendentes, y por supuesto a nivel Dios. Nos dejó perplejos a todos los asistentes, con su naturalidad e incluso nerviosismo a la hora de interactuar con el público.
Detrás de esa fachada de vikingo de brazos de hierro, se descubrió ante el público como una persona agradecida y trabajadora. Desnudó su forma de trabajo dando algunos consejos y trucos de su funcionamiento en redes sociales.
Un mensaje que nos dejó y que nosotros subrayamos, es que lo más importante es disfrutar.

Y llegó el mediodía y con él, el lujo de disfrutar de la gastronomía Zamorana. Pero la tarde se nos presentaba calentita, tal y cómo Juanjo nos anunciaba antes de presentar al próximo artista, que venía de la mano de los platos Istanbul Agop y acompañado por David Dominguez al cajón.
Marc Miralta, profesor de batería y vibráfono en el conservatorio superior el Liceu de Barcelona, arrancó su intervención proyectando una gran verdad, lo bonito que es la ciudad de Zamora. Acto seguido acompañado de David Dominguez con un set de cajón y timbales, nos ofrecieron un concierto con toques de Jazz y repleto de palos flamencos, donde se reflejó el virtuosismo, musicalidad, control del instrumento y compenetración entre ambos artistas.
Más tarde llegó la hora de definir toda la “mandanga” cómo afirmaba Juanjo, del set de Chus Gancedo, musicazo donde los haya y quien lo conoce lo define cómo mejor persona. Llegaba de la mano de Iberdrum, distribuidor de las marcas Bosphorus y Wincent con un kit imponente.

Chus además de elegir su caja, sus platos y sus cascos, también tiene muy definido la elección y posición de los micros.
Sin inmutarse nos abrió los oídos con dos temazos llenos de complejidad y luego ofreció una master class de técnica de manos y técnica de pies, explicada de forma muy sencilla, pero de complejidad “difícil a la enésima potencia”. Aún así le dio tiempo a dar una clase magistral de polirritmias y progresiones rítmicas, con un ejercicio que consiguió descifrar a los 17 años al mismísimo Vinnie Colaiuta.
Que difícil es hacer lo que hace Chus, no sólo la complejidad a la hora de tocar, si no lo que consideramos más difícil aún, explicarlo de manera tan sencilla que hasta un novato pueda entenderlo. Otra cosa ya es tocarlo, pero siembra en tí unas bases que anima a ponerte a estudiar practicar, prácticamente en el momento. Antes de despedirse quiso recalcar dos mensajes de los cuales queremos hacernos eco.
“Sabéis la que está cayendo… por ello comprad en tiendas que son las que hacen estos festivales posibles y son las que nos apoyan a los artistas… Dad un buen uso a las redes sociales, son una herramienta, pero si veis a alguien que está empezando, ayudadle. Los bateristas somos todos una comunidad y debemos ir todos a una”.

Y cómo colofón para la despedida del festival, quedaba el embajador de un estilo propio, el gran Miguel Lamas, que de la mano del Meinl Cymbals se puso a dar palos enseguida, porque afirmaba que hablar no era lo suyo.
Pero aunque él dijera eso, su charla fue muy didáctica, explicando sus visión del sonido y con el tono de humildad y de humor que le caracteriza consiguió que su intervención avanzara muy rápida y hubiera mucha participación por parte del público.
Lo que ayudó a dar a conocer unos cuantos trucos de su visión del instrumento y a lo que siempre contestaba con un “Alright”.
Se definió a sí mismo como la persona más desastrosa del universo, afirmaba “no sigo ningún método para nada, ni para estudiar técnica, ni para sonido, ni creatividad… lo que hago es ponerme mucha música y tocar encima de ella, ponerme distintos Clics y tocar encima de ellos… y de esta forma intentar mantener una conversación conmigo mismo”
Después de las preguntas, apareció la primera de dos sorpresas prometidas por Miguel. Hicieron acto de presencia en el escenario Brigitte Sosa, bajista canaria componente de la banda de Alejandro Sanz, con unas cuantas giras internacionales sobre sus hombros, que derrochó groove y gusto.
Y Jorge Vera, pianista y compositor con bagaje desde bien pequeño que se inició en piano clásico, pero que ha evolucionado en uno de los referentes de piano de Jazz nacional y con una carrera de futuro ilimitado. Con esta formación de “monstruos” en el escenario pudimos disfrutar de “Smoke in Tunisia” una adaptación de otro gallego, Yago Mourinho, un tema donde se fusionan “Smoke on the water” y “Night in Tunisia”.

Pero antes de terminar, aún nos quedaba una sorpresa más. Sin que nadie se lo esperara, Jorge Vera y Miguel Lamas, intercambiaron sus puestos. Miguel mantuvo el groove al piano y dejó hueco para que Jorge hiciera su solo de batería. Una interpretación que empezó de menos a más, tocada con muchísimo gusto.
Y esto fué todo, un festival para recordar con una situación especial, pero que si algo reafirmó, es que nuestro instrumento nos une más allá de los intereses particulares.
Cómo dijo Chus Gancedo, somos la única comunidad que realiza este tipo de festivales, por ello debemos apoyarnos y ser humildes en nuestro camino de aprendizaje del instrumento.

Enhorabuena a Alteisa por su gran trabajo, uniendo a empresas de sonido, de audiovisual, diputación y ayuntamiento de Zamora para organizar este tipo de eventos. Y cómo no, a las marcas que estuvieron presentes (Yamaha, Meinl, Istambul Agop, Bosphorus, Wincent y Mapex) que apoyan a los artistas y promueven los Drumfest, que nos gustan tanto.
Y por supuesto, tampoco se harían estas cosas sin el apoyo de todos vosotros bateristas.
Miguel Ángel Nueda Fotografía: Jules Bartolomé