Adrián Ribes

Adrián Ribes, baterista valenciano de genética trabajador y con el rock incrustado en su ADN. Comparte escenario y modo de vida con sus hermanos Los Zigarros, banda de Rock que ha llegado para quedarse. Capitaneada por los hermanos Ovidi y Álvaro que solamente su presencia ya es energía Rock. Y en el cóctel, su compañero, hermano y mentor Nacho Tamarit, del cual Adri sólo puede decir cosas amorosas.

De girar por garitos de toda España, a girar con uno de los pocos artistas que no ha parado nunca de llenar estadios, Fito. Apadrinados por Carlos Tarque, Ariel Rot, Fito, Carlos Raya… en su festivales más de 15.000 almas cantan sus canciones, como el Rock manda.

Adri Cachorro, representa el groove en persona, y en su personalidad. Su pasado como electricista y  batería de orquesta no han mermado sus ganas de continuar para convertirse en el batería de Rock que es hoy. Para nosotros, PEGADA, GROOVE, HUMILDAD y TALENTO.

¿Cuál es tu primer recuerdo que tiene que ver con la batería?

Una actuación de final de curso del colegio, que teníamos que elegir ser un instrumentista de la banda que hacíamos un playback, y me peleé por la batería. tengo un buen recuerdo encima de un escenario de la hostia con una batería.

¿Cuál fue tu primer concierto?

No lo tengo muy claro, la verdad, porque antes de ser baterista tocaba la guitarra.El primer concierto de rock tocando la batería creo recordar que fue de pequeño en el sitio de veraneo, con cuatro cacharros y tres colegas, hicimos mucho ruido y la gente tenía una cara de no entender nada. Ese fué el primer contacto en público haciendo rock.

¿A quién crees que debes dar las gracias porque empezarás a tocar la batería?

A mi familia por apoyarme siempre con esto y a mucha más gente porque por el camino podía haberlo dejado en muchas ocasiones, puesto que  he compaginado mi carrera musical con mi carrera profesional de electricista durante muchos años.Trabajaba mi jornada de electricista y la otra jornada que me quedaba libre la dedicaba a la batería siempre. 

Por el camino me podía haber quedado en repetidas ocasiones, pero siempre ha habido gente que me ha empujado a continuar, no sólo en los comienzos. Por lo que  a toda esa gente que me ha apoyado y que ha creído en lo que hacía.

La vida del baterista, no sería la misma sin compartirla con un buen bajo. Has compartido canción con bajistas valencianos de la talla de Vincen Garcia, Moises Cerezo y tu gran compañero de Los Zigarros Nacho Tamarit. ¿Qué crees que es lo mejor  de tocar con bajistas tan poderosamente buenos? ¿Y lo peor?

Lo peor, es no poder tenerlos a todos en una taquilla en tu local de ensayo para que cada vez que te sientes en la batería a tocar/estudiar, puedas tocar con ellos. Lo peor es no tenerlos cerca siempre, porque el aprendizaje es brutal.

Lo mejor es que te hacen crecer, da gusto trabajar con bajistas tan músicos como son ellos, porque cuando tocan y cuando componen piensan en el entorno, tocando para la canción y para la banda.

Y siempre cuando tocan con batería están escuchándote y pendientes y disfrutando de lo que haces. En definitiva la suma con ellos es gigante.

Adri Cachorro, ¿Quien fué el que te bautizó, y qué razón se esconde detrás del apodo de CACHORRO?

Mi querido y respetado hermano, Nacho Tamarit al que he tenido el honor de estar pegado muchos años, y al que le debo las gracias de gran parte de mi aprendizaje como músico y como baterista. 

Siempre me he rodeado de gente mucho mayor que yo, tanto a nivel personal, cómo a nivel profesional, he sido el más joven y Nacho en algún momento empezó a decírmelo, era algo cariñoso entre él y yo, pero que se fue expandiendo.

Los Zigarros ha sido la banda que te ha hecho dar un salto en tu andadura profesional, ¿Cómo crees que Ovidi y Álvaro se fijaron en ti para cerrar la banda?

Aparecí en esa quedada para ver si había feeling y conexión, Nacho fué el que me acercó a Álvaro y Ovidi. A los dos los conocía de vista, sabía que eran dos pedazo de bichos del rock en Valencia y quizás se fijaron en mí por la actitud.

Llegué a la quedada sin saber muy bien los temas que tenía que tocar, pero la cosa fue que conectamos, empezamos a hacer rock & roll y la cosa empezó a fluir. Supongo que  la actitud con el instrumento fue clave.

¿Cómo fueron esos primeros conciertos de rodaje?

Lo más Rock&Roll y lo más punk que hemos vivido los cuatro. Esos primeros dos años vivimos una experiencia muy auténtica que siempre habíamos deseado vivir. 

Montarte con tus colegas en una furgoneta y recorrer todos los antros de España con más grasa de rock que existen en el país. Hicimos barbaridad de conciertos con muy poca gente o ninguna. Haciendo mucho el punky, pero dejando un poco de huella por donde íbamos. 

Fue una auténtica experiencia que si se hubiera repetido mucho más, no se si seguiriamos vivos.

Zigarros saca el disco producido por Carlos Raya, y además de los festivales, haceis una primera gira por “garitos” de todo el territorio nacional y acto seguido os meteis a acompañar toda la gira con Fito con uno de los montajes más grandes a nivel nacional ¿Cómo fue para tí ese salto, y tocar todas esas fechas?

Ostia, fué la polla. Necesitábamos un respiro, veníamos de hacer muchos conciertos por garitos en todo el país, en definitiva de trabajar muy duro.

Le echamos muchos cojones porque fue difícil tirarnos a esa aventura. Nos juntamos cuatro personas que soñábamos por lo mismo, que queríamos el mismo objetivo y lo dejamos todo por salir y defender un proyecto en el que confiábamos al 100% y lo dimos todo.

Cuando llegó la gira de Fito fue la salvación y un respiro que nos hizo coger muchas fuerzas para luego continuar. Toda la crew fue espectacular, nos trataron como banda principal y no hay suficientes buenas palabras para definir a Fito es un tío entrañable, encantador y todo su equipo. Nos trataron muy bien.

Tocar en todos los estadios de España llenos, siempre con todo vendido era increíble. Fue una experiencia inolvidable y que siempre le agradeceremos a Fito por habernos dado la oportunidad y como no a nuestro manager Polaco que siempre está apoyándonos a tope, que confía plenamente en nosotros y tener una persona tan capo, como él de este país, apoyandote es un gran respaldo

¿Si tuvieras que quedarte sólo con 3 elementos de la batería, con cuales te atreverías a hacer una gira?

Bombo, caja y charles.

¿Cuáles  serían tus piezas  imprescindibles a la hora de una grabación de estudio?

Según la grabación, pero a día de hoy me preocupo bastante de tener una buena escucha, me preocupo bastante de los platos, que al final define mucho lo que haces.

Los sonidos de las baterías, intentas grabar siempre con lo que el tema exige, tipos de maderas… 

Generalmente más antiguo más vintage, porque tienen esos sonidos más cálidos que mezclan mejor, pero siempre intento llevar trapos y cosas que me ayuden a buscar un sonido mejor de batería.

¿Tienes algún ritual antes de empezar a tocar? 

Llevo una batería sorda en el camerino e intento estar tocando 20 minutos antes y salir al bolo como un torete. Generalmente tomar un par de tragos y calentar por dentro y por fuera.

A la hora de estudiar, ¿eres de los que trabajan ejercicios de técnica puros con metrónomo?

Lo cierto es que a día de hoy, no mucho, me preocupo mucho más por tener un groove sólido tocando cosas que me gustan. Tuve mi fase de encerrarme en el local y trabajar ejercicios para correr para solidificar mis golpes, pero generalmente  a día de hoy no pierdo mucho tiempo en ejercicios de técnica.

¿Qué te llevarías a una isla desierta y porqué?

– Un pad con un par de baquetas.

– Un Vinilo de Elvis.

– A un guitarrista mudo porque es mudo y por qué necesitaría escuchar música, no podría vivir sin escuchar música.

¿De qué manera vas a afrontar la situación actual del COVID y la sequía de conciertos?

Como todo músico venimos siendo supervivientes, en toda nuestra trayectoria.

Vivir de la música no es fácil, pero esto es un bache más, en el que tenemos que estar muy receptivos y con muchas ganas de adaptarnos porque todo esto va suponer un cambio y hay que adaptarse. Es la única manera de seguir adelante, mientras estemos dispuestos a adaptarnos y no perdamos la ilusión por tocar, todo saldrá bien. La sequía de conciertos es un trámite que hay que pasar, pero todos los conciertos volverán.

Afortunadamente sigo trabajando, hago algunos conciertos, pero en definitiva se trata de adaptación y seguir creyendo en la música y en los proyectos que cada uno tenga, que esto simplemente es una pausa y todo seguirá.

Actualmente también estás dando clases presenciales, ¿Cómo pueden ponerse en contacto contigo los posibles alumnos? 

Vía instagram @adricachorro o bien por mail, adrianribes@gmail.com

Miguel Ángel Nueda Fotografía: Andrea Silván