5º Spanish drummer mafia

Seguro que muchos de los lectores ya sabéis qué es esto del Spanish Drummer Mafia, pero para los que todavía no conozcáis este super proyecto baterístico os explicamos en qué consiste. En las palabras de su creador. “Spanish Drummer Mafia empezó siendo una idea, en la que intentaba recopilar la mayor riqueza baterística que existía aquí en nuestro país” y para conseguirlo este gran músico, decidió grabar un video que reuniera a la mayoría de bateristas profesionales que había en nuestro país, donde cada uno pudiera reflejar su manera de entender el instrumento, ya que en un mismo video, y con unas mismas backing tracks, podemos observar la personalidad de cada uno y el acercamiento a la batería que podemos tener cada una de las personas que hemos participado alguna vez en este evento.

La iniciativa empezó el año 2014 arrancando con ese primer video, que ideó DeivHook, y a la primera ronda, le siguió la segunda el año 2015, la 3ª en 2017, la 4ª en 2019, y por último la más reciente hasta la fecha, y en la que hemos querido estar presentes en 1ª persona, la 5ª edición en 2021, (O en el año 1DC después del COVID-19).

Este año Bateristas Magazine queríamos contar la experiencia desde dentro, y para eso, decidí inscribirme en el evento e ir a conocer a Deiv Hook y a vivirlo todo en 1ª persona, así que eso hice, contactamos por correo electrónico, y en menos de dos e-mails me dijo que estaban encantados de contar conmigo en esta edición, y de que después, os lo contáramos todo aquí en Bateristas Magazine. 

Este año por primera vez, el evento no se iba a grabar en Madrid como se venía haciendo anteriormente, esta vez nos teníamos que desplazar a uno de los templos de la Batería que tenemos en España, la maravillosa tienda Tam Tam Percusión en Sevilla. 

Durante todo el fin de semana Tam Tam sería el cuartel general donde iba a pasar todo esto, creo que no hace falta que os contemos el maravilloso equipo que forman Victor Manzanares y toda su crew. 

Pero lo que sí que voy a contaros, es lo que me encontré al llegar a tam tam. Aunque por medidas de seguridad tuvimos que esperarnos fuera de la tienda, el ambiente desde el primer momento fue increíble, a medida que pasaban las horas íbamos llegando bateristas desde todos los puntos de España, gente de toda Andalucía, pero también de Galicia, Madrid, Valencia (había paisanos nuestros)… e incluso gente venida de Baleares y Canarias, sin duda este año todos queríamos formar parte de la Spanish Drummer Mafia.

Una vez allí, los chicos de producción, en concreto Josua, nos comentaron todas las medidas de seguridad que íbamos a tener en cuenta, por la situación actual del COVID-19, nos distribuyeron en grupos de hasta 4 personas, que iríamos entrando en la tienda por turnos para grabar nuestra parte, y una vez grabada, daríamos paso a los siguientes 4.

Cuando entré, la sensación era la de entrar en un lugar de culto a la batería y al mundo de la percusión, todos los instrumentos estaban impecables, había todo tipo de material, platos, baquetas, recambios y baterías tanto acústicas como electrónicas, de todas las marcas punteras del mercado. 

En el pasillo central, había montadas 4 baterías completas y microfoneadas, una Yamaha, una PDP, una DW y una Gretsch, cada una de ellas con un set completo de platos, unos Paiste, unos Zildjian, unos Amedia, y unos Meinl, y lo mejor de todo, cada uno podíamos escoger a nuestro gusto personal, qué batería queríamos combinar con qué set de platos.

Una vez escogido el set, y habiendo comentado al equipo técnico qué base queríamos utilizar, tanto la gente de tam tam como los chicos de producción del Spanish Drummer mafia, nos ayudaron a hacer las modificaciones rápidas que cada uno necesitábamos para acomodar nuestro set, altura de los elementos, del sillín, o corregir la afinación de algunas baterías, para que estuviéramos bien cómodos antes de grabar, y una vez hecho esto, tuvimos un rato para calentar y tocar agusto con nuestros in-ears puestos, para asegurarnos con el técnico que estaba a los mandos, Marcos Liviano, de que todo estuviera a nuestro gusto, volumen de mezcla, el click… etc…

Y llegaba la hora de la verdad, tres tomas, a elegir la mejor, donde cada uno teníamos que expresarnos de nuestra mejor manera, y donde teníamos nuestro momento para enseñarles a los demás y al mundo como cada uno de nosotros entendemos nuestro instrumento, momentos que pasan tan rápido, que tienes que ser plenamente consciente de lo que estás haciendo, porque en menos de lo que dura un paradiddle ya está todo grabado, y quedará así para la posteridad, y una vez grabadas las 3 tomas, pasabas a escucharlas todas y elegir aquella que más te convenciera, o la que menos cajas tuviera fuera del sitio.

Una vez grabado, y con la toma buena (o la menos mala) elegida, tocaba despedirse rápido y dejar paso al siguiente grupo, hay que tener en cuenta que en esta edición éramos muchos, y por los protocolos de seguridad, solo podíamos ser 4 dentro de la tienda, así que tuvimos el  tiempo justo para despedirnos, hacernos unas cuantas fotos para posturear en instagram, y echar un último vistazo rápido a todo lo que nos rodeaba, porque tengo que decir, que a pesar del evento, la tienda también estaba abierta, (Estos chicos no descansan nunca!) y si queríamos comprar cualquier cosa, podíamos hacerlo sin ningún problema, tanto artículos de la tienda, como las camisetas del merchan que habían preparado los chicos del Spanish Drummer Mafia.

Una vez fuera de la tienda, seguimos hablando y conociéndonos entre todos, y vaya variedad, unos más jóvenes, otros más rodados, y como ya os he comentado, gentes venidas de todos los rincones de España, y no solo nosotros, si no más medios también estuvieron allí, como Carlos Coronado de “El Groove”.

Sin duda, se respiraba música a cada momento, y como no podía ser de otra manera, en todas las conversaciones se escuchaban desde cómo cada uno alababa su set de batería, hasta como los más jóvenes escuchaban con interés las batallitas de los veteranos, sin duda un clima de comunidad, de musicalidad, y sobre todo de respeto a a la batería y a los bateristas, que al fin y al cabo, éramos los protagonistas del evento.

Sin duda es una experiencia única, y muy recomendable, la sensación de hermandad y cariño, y buen hacer está presente a cada momento, y pienso que todas las personas que disfrutamos de la batería deberíamos al menos una vez en la vida, pasarnos por el Spanish Drummer Mafia, y más que dejar nuestra huella, aprender de la huella que dejan los demás.

MARC SANMARTÍN

Fotografía: Jana Carreras